LUMINISCENCIA
de Zadkiel Moon
(Fragmento)
Después de unos cuantos pasos cautelosos, Guerrero se encontró en el Vergel Humeante, donde una ligera neblina gris cubría la zona. Surgía de las flores y las plantas, como si fuera el humo que se escapa de un incienso. El aroma del vapor penetró en la nariz del forastero mientras los habitantes del jardín se asomaban, algunos tímidos y otros indiscretos, para darle la bienvenida. Los individuos eran amables y despreocupados, tenían los ojos más pequeños que Guerrero hubiera visto, parecían adormilados, y vivían armoniosamente en el vergel de donde obtenían todo lo necesario para subsistir. Se dedicaban a comer, cantar, bailar, pintar, contemplar. Jugaban y jugaban y jugaban.
El joven viajero se identificó de inmediato con aquel ambiente. Se dio cuenta que el aroma penetrante del humo en el jardín, a pesar de su calidez, no era para degustar sino un detonante para la meditación, actividad favorita de Guerrero. Por esa razón no dudó ni un segundo cuando lo invitaron a quedarse cuanto quisiera.
Esa noche, Guerrero descubrió un instrumento que jamás había visto. No sonaba como algo que hubiese escuchado antes, en la Naturaleza. ¡Nunca había oído algo igual! Aquel tronco, revestido de cuero por un lado y con inscripciones grabadas en la corteza, producía un sonido que era capaz de llevar a Guerrero hasta la locura… o a la paz.
Cuando le permitieron tocarlo experimentó la más profunda y exquisita meditación: tuvo una conversación con el tambor, con la tierra, con los árboles, con todo el entorno y consigo mismo. Los propietarios del artefacto eran tres hermanos, que quedaron hechizados con la música creada por el chico nuevo. El mayor de los hermanos lo secundó con otro tambor, las notas parecieron dibujarse en el aire cuando ambos armonizaron. Luego el más pequeño de los tres hermanos se unió a los creadores de sonidos con un instrumento que tintineaba como una campanilla, y el hermano de en medio se ensambló con un palo de bambú relleno de piedritas que sonaba como el arrullo de la lluvia.
La música se volvió psicodélica, desinhibió a los habitantes del Vergel Humeante que comenzaron una espontánea y contagiosa danza. De pronto el sitio entero estaba de fiesta y Guerrero había encontrado la mejor manera de comunicarse: estaba conversando con sus nuevos amigos sin decir absolutamente nada. La música era la Luz, poder para el espíritu del viajero.
★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★
Un relato sobre la búsqueda de la felicidad y los tres caminos que más atraen al ser humano para conseguirla: Enamoramiento, Placer y Sabiduría... ¿Te gustaría apoyar este proyecto mexicano? Adquiere este y otros CUENTOS DE FILOSOFÍA FANTÁSTICA por sólo 66 pesos con envío incluido.
Luminiscencia
Un relato sobre la búsqueda de la felicidad y los tres caminos que más atraen al ser humano para conseguirla: Enamoramiento, Placer y Sabiduría...
¿Te gustaría apoyar este proyecto mexicano? Adquiere este y otros CUENTOS DE FILOSOFÍA FANTÁSTICA por sólo 66 pesos con envío incluido. (7 dólares, 6.50 euros - Al resto del mundo).